EMOCIÓN VS. CONVICCIÓN.

 

¡Hablemos de la mente!

La mente desarrolla un rol súper importante en el proceso de acercarnos más al conocimiento de nuestro Dios. La Biblia menciona que debemos amar a Dios con toda nuestra alma, corazón y MENTE. (Mateo 22:37)

El corazón es el lugar donde viven las emociones y los sentimientos, por eso Dios nos llama a amarlo con todo nuestro corazón, Dios quiere que incluso nuestras emociones nos guíen hacia Él. Pero como el mismo versículo dice al final, Dios también quiere que lo amemos con la mente. ¿Por qué? Porque es en la mente donde reside el intelecto, el conocimiento y la razón. Si amamos a Dios solo con el corazón, nuestro amor hacía el sería un amor completamente emocional, lleno de sentimentalismo.

El problema con las emociones es que son inconstantes en extremo, suben y bajan como si fueran una montaña rusa. Si amamos a Dios emocionalmente un día  podemos lanzarnos de rodillas en medio de la iglesia y llorar diciendo "Te amo Señor" y prometer obedecerlo siempre y servirle sea cual sea la situación, de la misma manera en que al día siguiente podemos enojarnos y quejarnos cuando El no haga lo que nosotros queremos y las cosas no salgan como esperábamos. ¿Lo has notado?

Es por eso que debemos amar a Dios con toda nuestra mente, porque con la mente conocemos a Dios. Al conocerle, sabes quién es Él y todo lo que ha hecho y por consiguiente, entiendes que sin importar la situación en que te encuentres, nunca debes dejar de adorarle. Porque entenderás que la adoración a Dios no depende de lo que Él haga o no haga, sino de lo que Él ya hizo (Mandó a su único hijo a morir para salvarte).

Si nos trasladamos al Salmos 103, podemos notar que fue la mente de David que le dijo a su  alma (emociones) "Bendice alma mía a Jehová, y no te olvides de sus beneficios" (Salmos 103:1).  Él dijo eso porque estaba en momentos duros y sabía que sus emociones podían llevarlo a perder la fe, pero no lo hizo, porque el conocimiento profundo y verdadero del Espíritu Santo, vence sobre las emociones.

Aquí te voy a poner un ejemplo sencillo entre la guerra constante que hay entre las emociones y la mente: Hagamos de cuenta que el diablo, disfrazado de un hermano de la iglesia, se te acerca y te dice —No quiero ser chismoso, pero hoy llegué temprano y el líder y su esposa estaban hablando mal de ti. Como dije ayer las personas pueden hacer acciones en nuestra contra pero de nosotros depende si nos dejamos dominar por las emociones o permitimos que el Espíritu Santo nos guíe.

Dejarse dominar de las emociones sería enojarte por eso que te dijo el hermano, llenar tu corazón de enojo y resentimiento contra la pareja de líderes, pensar en irte de la iglesia, mirarlos mal, etc. Eso es lo primero que querrás hacer porque en nuestra naturaleza pecaminosa nuestro primer instinto es pecar. Pagar con la misma moneda.

PERO.... Aquí es donde entra la mente (El Espíritu Santo), antes que te enojes te llega este pensamiento: —Debes perdonar, debes amarlos, Cristo los hubiera perdonado, acuérdate que ya no vives tú sino que ahora es Cristo en ti, no pagues mal por mal, acércate a ellos y pídeles perdón si les has fallado en algo para que hablaran así de ti.

Esas son las dos opciones que tenemos ante una situación así o cualquier otra que se presente ¿A quién le haces caso? 

Estas preguntas quizás confronten pero también nos ayudarán a saber si realmente somos cristianos. Los cristianos son los que han muerto a su antigua vida para vivir una nueva dirigida por Dios a través del Espíritu Santo.

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. (Romanos 8:14)

Un cristiano no es el que va a la iglesia todos los domingos, tampoco el que canta, danza o predica. Un cristiano no es el que se viste de cierta forma o el que haya leído la biblia completa más de cinco veces. La mejor manera de identificar si una persona es cristiana o no, es si renuncia al control de su vida y se deja guiar por el Espíritu. El Espíritu siempre nos guiará a una vida en obediencia a Dios.

Querido amigo…te invito a autoanalizar tu vida y darte cuenta quien te está guiando. ¿Dios o tus emociones? Si tu respuesta no es Dios, hoy es un buen día para renunciar a ti y empezar a vivir por Él.

 

Dios te bendiga. Si les gustaría que siguiera publicando más escritos déjenmelo en los comentarios, y no olviden suscribirse al blog. Los quiero, Paz.