No te aferres a nada que no sea Jesús!

 


El Joven Rico.

Cuando Jesús salía para irse, vino un hombre corriendo, y arrodillándose delante de El, Le preguntó: Maestro bueno, ¿Qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le respondió: ¿Por qué Me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Tú sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no hurtes, no des falso testimonio, no defraudes, honra a tu padre y a tu madre. Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud, dijo el hombre. Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: ve y vende cuanto tienes y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; entonces vienes y me sigues. Pero él, afligido por estas palabras, se fue triste, porque era dueño de muchos bienes. (Marcos 10:17-22)

Este pasaje me parece muy triste porque demuestra como el ser humano muchas veces se pierde de lo mejor por ir tras algo que no vale la pena en lo absoluto.

La verdad es que nunca lograré entender por qué los seres humanos siempre buscamos pertinazmente estar mal. Pasó con Adán y Eva al principio de la creación, Dios les dio un paraíso donde tenían todo lo necesario para vivir felices por siempre, tenían la libertad de hacer lo que quisieran y solo se les prohibió tocar un árbol porque el día en que lo tocaran iban a morir. Y así fue, entre cientos (seguramente miles) de árboles escogieron el único prohibido, el que tenía un cartel que en letras grandes decía PELIGRO, escogieron lo malo y desecharon lo bueno, escogieron la muerte y renunciaron a la vida. Le pasó a Adán y Eva, me pasa a mí, nos pasa a todos y en este caso le pasó a ese joven rico.

Este pobre hombre se perdió de una vida eterna al lado del Maestro, solo por aferrarse a lo material, sus riquezas. Las riquezas son pasajeras como todo en esta vida. No está mal ser rico, lo malo es colocar nuestros bienes materiales por encima de Jesús.

Volviendo al pasaje, ese joven realmente tenía todas las intenciones de seguir a Jesús y se había esforzado por guardar los mandamientos (al igual que muchos de nosotros), pero cuando Jesús le dijo que diera su dinero a los pobres, o sea, que se despojara de lo que tenía, él no quiso. Al contrario, miró la situación con los ojos de la carne y quizás pensó: ¿Si doy mi dinero a los pobres cómo voy a comer, o quién va a mantener a mi familia? En lugar de mirar con los ojos del Espíritu y decir: —No sé qué haré ahora pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:13) —O simplemente decir como dijo David —Jehová es mi Pastor y NADA me faltará. (Salmos 23:1)

¿Qué estás dispuesto a dejar por Jesús?

Muchas veces somos como este joven rico, queremos seguir a Cristo pero nuestros corazones siguen apegados a las cosas del mundo, como si de un imán se tratase. Es algo tipo:

—¡Jesús te amo! Pero:

 También amo a mi pareja inconversa y no la quiero dejar.

 También amo a mis amigos no cristianos que a veces me incitan a pecar, pero son mis amigos.

 También amo mi orgullo.

 También amo mi egoísmo.

 También amo el chisme, no lo quiero dejar.

 También amo mis metas y proyectos.

 También amo mi trabajo.

 También amo el pecado ¿Por qué no?

Y es cierto, algunas de estas cosas no te hacen mal, así como el dinero no le hacía mal al joven rico, pero cuando ponemos esas cosas ocupando el lugar que debería ocupar Cristo en nuestro corazón, entonces ahí si estamos mal, ¿Sabes por qué? Porque Cristo renunció a todo por nosotros, sin dudarlo un segundo. Nos escogió.

El cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. (Filipenses 2:6-8 LBLA)

Jesús renunció a todo para venir a la tierra a morir por ti, y no cualquier muerte, sino la muerte más humillante para una persona en esos tiempos. Yo considero que lo menor que podemos hacer es entregarnos a Él y renunciar a todo lo que Él nos pida. Además, si Dios te pide que dejes algo, déjalo, (Sea lo que sea) porque te puedo asegurar que es mejor lo que DIOS tiene para ti, que eso que ahora estimas como "necesario".

Jesús dijo: El que ama padre o madre (o a trabajo, pareja, amistades, dinero, o cualquier cosa) más que a mí, no es digno de mí; y el que ama hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí. (Mateo 10:37-38)

Querido amigo, no te aferres a cosas vanas y busca [persigue] lo que verdaderamente importa. Jesús.

 

Si te gustó este escrito no olvides suscribirte al blog y dejar tus comentarios. 

Dios te bendiga, Paz.


Comentarios

  1. Me encantan estos blogs

    ResponderBorrar
  2. Wow!! Sentí que literalmente Dios estaba hablando hacía mi, ya que me identifiqué con lo del chisme y los amigos, a veces empiezo a comentar cosas malas sabiendo que esta mal y de todos modos lo hago, pero yo se que puedo arreglar eso y reflexionar sobre mis errores :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. Asi es!! Lo maravilloso de Papá es que siempre nos da la oportunidad de cambiar 🥰🖤

      Borrar
  3. Es una mensaje que me hace reflecionar mucho

    ResponderBorrar
  4. Hermoso!! Sigue así, que Dios siga poniendo palabras en tu boca para inspirar a otros y llevarlos a su grandísimo amor.🥰

    ResponderBorrar
  5. Amén, Gloria a Dios!
    Muchas bendiciones amada del señor!
    TKM
    <3

    ResponderBorrar
  6. Amèn , muy sabias palabras ! Bendiciones.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares